La absurda carrera hacia los 1.000 km: ¿cuánta autonomía necesita realmente un coche eléctrico?
La primera preocupación de los que se plantean optar por un eléctrico siempre ha sido la autonomía que puede llegar a ofrecer. Tanto es así, que se han acuñado términos como “ansiedad de la autonomía” en conversaciones sobre movilidad eléctrica, sobre todo cuando el conductor se sube al coche eléctrico y, a diferencia de la luz de reserva del coche de combustión, ve los kilómetros disponibles que indica el marcador, que van bajando.
Sabemos que esta situación se juzga basada en experiencias vividas en el pasado y en hábitos creados con los coches de gasolina y diésel, donde unos pocos minutos de llenado de depósito nos dan cientos de kilómetros de autonomía hasta tener que volver a repostar. Esto ha llevado a los fabricantes de eléctricos entrar en una ardua pelea por instalar baterías capaces de ofrecer 1.000 km de autonomía por cada carga en sus modelos eléctricos.
Sin embargo, muchos se están dando cuenta de que la carrera hacia los 1.000 km de autonomía puede ser absurda, y que no es esto lo que realmente necesitan los coches eléctricos. Te lo detallamos a continuación.
Cuánta autonomía se necesita realmente para un uso diario con el coche eléctrico
De media, recorremos menos de 60 kilómetros al día con el coche. En Europa somos más de caminar en distancias cortas o de usar el transporte público. Por eso, nos fijamos en el caso de Estados Unidos, donde las distancias suelen ser mayores y son más propensos a coger el coche. Las estadísticas confirman que el promedio mensual recorrido en EE.UU es de 1.911,9 kilómetros (1.188 millas), es decir, aproximadamente 65 kilómetros al día.
Cualquier coche eléctrico del mercado, incluyendo a los de primera generación, tiene autonomía de sobra para cubrir esta distancia. Entonces, ¿cuánta autonomía por recarga es necesaria? Elon Musk ha dado en un tweet una explicación clara de por qué considera que los coches eléctricos con autonomía de unos 1.000 kilómetros no tiene mucho sentido:
«El año pasado podríamos haber vendido un Tesla Model S con una autonomía de unos 1.000 kilómetros, pero eso habría empeorado el producto, en mi opinión. El 99,9% de las veces estaría moviendo una batería con una masa innecesaria, lo que lo haría más lento en el acelerador, peor experiencia de conducción y menor eficiencia. Incluso nuestro coche de 400 millas de autonomía (643 km) es más de lo que la mayoría utilizará». – Elon Musk
Las grandes autonomías cuestan: ¿merece la pena pagar por algo que no usarás?
No cabe duda de que el que quiera hacerse con un coche eléctrico que tenga una gran batería y ofrezca mucha autonomía, tendrá que pagarlo a la hora de la compra. Hace unos 5 o 6 años, la batería representaba la mitad del coste total de producción del vehículo. Con el paso de los años y la mejora de la tecnología y la economía de escala, esto se ha ido reduciendo, llegando actualmente a ser el tercio del coste, estimando que este porcentaje seguirá disminuyendo en los próximos años.
Sin embargo, es necesario plantearse si nos conviene pagar más por algo que puede que no vayas a necesitar casi nunca. El miedo a la falta de autonomía de los coches eléctricos es una de las principales razones por las que los consumidores terminan no adquiriéndolos. Como hemos visto, esto se debe a que, en comparación con un vehículo de combustión interna, un eléctrico recorre menos distancia con una carga (“repostaje”).
Por este motivo, la lógica nos empuja a querer un coche eléctrico con autonomías de más de 800 kilómetros para «evitar tener que parar para cargar». Sin embargo, incluso los viajes de esta distancia requieren pausas periódicas, que bien podrían aprovecharse para la recarga.
Hablemos de los viajes largos: qué hay de la autonomía en trayectos largos
Es cierto que cuando vas a hacerte con un coche eléctrico, es importante tener en cuenta con qué frecuencia realizas viajes de larga distancia. Un estudio del Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan concluyó que los propietarios de vehículos eléctricos se ahorraron aproximadamente 600$ en 2018 en repostajes, ya que gastaban alrededor de 485$ en alimentar el coche con electricidad, frente a los casi 1.117$ necesarios para un vehículo de gasolina. Sin tener en cuenta el ahorro que se obtuvo en mantenimiento, que está demostrado que en los vehículos eléctricos es menor.
A la hora de planificar un viaje más largo, tendrás que tener en cuenta las estaciones de recarga disponibles. A pesar de que la red de puntos de recarga todavía es insuficiente en algunas zonas, se están haciendo esfuerzos para que cada vez sea más fácil viajar sin tener que recurrir a vehículos de combustión, con la instalación de estaciones de carga ultrarrápida, supercargadores y electrolineras cada vez más recurrentes.
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1 comentario
Maite
Lo que debería hacerse es complementar la carga eléctrica con carga solar, instalando placas. En viajes largos sería lo ideal