Los 12 volantes de coche más extraños que nunca llegaron a fabricarse
Cuando nos subimos al asiento del conductor de un coche, rara vez nos paramos a pensar en la manera en la que están diseñados y distribuidos los diferentes elementos. De hecho, estamos tan acostumbrados a verlos que solemos dar por sentada su ubicación y forma. Esto se debe a que, en más de 100 años de historia de los coches, son pocos los cambios profundos que han surgido sobre el concepto de asiento, parabrisas, pedales y volante.
No obstante, a lo largo del tiempo, los ingenieros y diseñadores de las marcas de automóviles han desarrollado diferentes modelos de volantes, algunos de lo más variopintos. A continuación podrás conocer algunos de los modelos de volantes más extraños que solo llegaron a ser prototipos.
Historia de los volantes
Al contrario de lo que pensamos, los volantes no siempre fueron como los conocemos en la actualidad. En los inicios de la era del automóvil, decenas de fabricantes tuvieron cantidad de ideas sobre cómo debería ser controlado el coche. Estas se basaban en los carruajes de caballos y solían consistir en palancas y manivelas, por ejemplo las del triciclo de 1885 de Carl Benz, reconocido como el primer coche que funcionaba con un motor de combustión interna.
No fue hasta 1894, para la carrera de automóviles de París a Rouen, cuando vio la luz por primera vez la idea de utilizar un volante para el coche. El artífice fue el ingeniero francés Alfred Vacheron. La versión inicial contaba con un eje vertical y un aro que se acoplaba a este perpendicularmente mediante varios radios.
Más adelante, a principios del siglo XX, con la introducción de la columna de dirección inclinada por parte de Daimler Motoren Gesellschaft, comenzó a estandarizarse el asiento de conducción como lo conocemos.
Así eran los prototipos de los volantes de coches más extraños
Algunos prototipos de volantes han sido tomados como referentes y sus modificaciones se han adoptado, como la incorporación de la bocina o el ajuste de altura, pero muchos otros eran tan extravagantes que no lograron pasar a la fase de producción.
Maserati Boomerang (1971)
Este hermoso coche prototipo, diseñado por Giorgetto Giugiaro, fue presentado en el Salón de Turín de 1971 y contaba con la forma de cuña que caracterizaba a los modelos deportivos de la época. En su interior destacaba la propuesta del volante que, al contar con una columna de dirección cilíndrica de un tamaño cercano al del aro, tenía espacio en su parte central para acomodar toda la instrumentación. De esa forma, dejaba el salpicadero completamente limpio.
Lancia Sibilo (1978)
Construido sobre la base del icónico Lancia Stratos, el Lancia Sibilo fue el último de los principales prototipos de exhibición de la década de los 70. El volante fue diseñado con la ergonomía en mente. Su forma gruesa, que lo diferenciaba de los volantes de aro convencionales, fue sacada a partir de la forma de una mano en posición de agarre, de manera que al sujetarlo se sintiera un apoyo agradable y uniforme.
Citroën Karin (1980)
El coche destacaba por su peculiar forma piramidal, con líneas rectas, esquinas rígidas y caras planas. Su singular interior antecede al del famoso McLaren F1, ya que estaba conformado por una fila de 3 asientos con el puesto de conducción en la posición central. El volante, de líneas sencillas y elegantes, era redondo casi en su totalidad y poseía un vacío en la parte inferior, desde cuyos lados se proyectaban los dos radios de manera ascendente hacia el centro.
Lamborghini Athon (1980)
Era un elegante diseño que poseía un solo radio en la parte izquierda, que desde cierto ángulo era invisible, haciendo parecer que el volante flotaba en el aire.
Mazda MX-81
Sin duda, uno de los conceptos más extravagantes viene de la mano de Mazda, una de las marcas japonesas más exitosas. Esto se debe a que, en lugar de ser un volante sólido, era más bien una especie de banda flexible segmentada. Esta circulaba por un carril de forma rectangular con esquinas redondeadas, la cual recuerda un poco a las agarraderas de las escaleras mecánicas. En su parte central contaba con una pantalla y un conjunto de botones para todas las funciones adicionales del coche.
Lancia Orca (1982)
El coche prototipo fue presentado en el salón de Turín en el año 1982. Entre otras cosas, destacaba por su volante, cuya zona central contaba con una serie de botones que controlaban prácticamente todas las funciones del coche: desde las luces y la bocina, hasta el aire acondicionado.
Mazda MX-03 (1985)
El curioso volante de este coche parecía sacado de una aeronave, ya que tiene la clásica forma de “W” que poseen los timones de avión. Un detalle interesante es que el volante permitía controlar no solo las ruedas delanteras sino las traseras también. En relación a esto, el prototipo, además de contar con tracción integral, contaba con dirección en las cuatro ruedas.
Oldsmobile Incas (1986)
Para el interior de este modelo los ingenieros se inspiraron en un jet de combate. Por este motivo, el volante tiene la forma de dos palancas de mando unidas en el centro, combinadas con una extensa cantidad de botones.
Pontiac Pursuit (1987)
El Pursuit fue la propuesta futurística (muy común en los años 80) de la marca Pontiac. La carrocería contaba con una forma curvilínea que solo era superada en rareza por su particular volante. Este, lejos de ser redondo, tenía una forma similar a la de una mariposa. Contaba con un tablero numérico en el centro y varios botones colocados de forma ergonómica para ser accionados con los pulgares.
Mercedes-Benz SL R 129 (1998)
Este modelo no destaca precisamente por su volante, sino por la ausencia de uno. En este sentido, los diseñadores decidieron que el coche sería controlado por dos palancas laterales similares a las de los mandos de videojuegos, una en la puerta y otra en la posición de la palanca de cambios.
BMW Z22 (1999)
El coche fue una apuesta futurista de BMW que contaba con varias características interesantes. Algunas de ellas se pueden encontrar en muchos vehículos actuales, como la pantalla de visualización frontal y cámaras en lugar de retrovisores. El volante es de forma rectangular, recordando los inicios de la empresa como fabricantes de aeronaves.
Honda EV-STER (2011)
Apostando también por las palancas, este prototipo de coche eléctrico de Honda cuenta con dos de ellas en sustitución del volante. Estas no se mueven en una trayectoria circular, sino que se deslizan longitudinalmente sobre su base para alterar de forma eléctrica la dirección de las ruedas.
Coches de serie con volantes peculiares
No todas las extravagancias quedan descartadas, y el mundo automotriz nos ha demostrado eso en muchas ocasiones. Prueba de ello son algunos de los diseños de volantes fuera de lo común que te mostraremos a continuación, los cuales sí formaron parte de coches fabricados en serie.
Chevrolet Spinner (1940)
El volante de este modelo fue una creativa y vistosa solución para ayudar a los conductores a maniobrar con mayor facilidad los vehículos más grandes. Cabe recordar que las maniobras a baja velocidad eran un poco difíciles en esa época, ya que no se contaba con dirección asistida.
Se incorporó una manivela giratoria fue incorporada como un radio adicional a los dos principales, la cual permitía girar completamente el volante de un lado a otro utilizando una sola mano, cumpliendo la función que tienen actualmente los pomos de camionero. Esta opción era ofrecida como una modificación adicional pero tuvo poco éxito.
Citröen DS (1955)
Uno de los vehículos más emblemáticos de la historia automovilística no podía tener un volante convencional. Esta pieza contaba con un diseño original y minimalista que la convirtió en un ícono. Constaba de un solo radio de metal, pintado según el color del interior, que parecía ser una extensión curvada de la columna de dirección, con una terminación cromada a la cual se acoplaba un delicado aro recubierto con cuero.
Ford Thunderbird 1961
Este coche guardaba una característica muy peculiar en su volante y era que, si bien tenía una forma bastante similar a los de otros coches de la época, cuando la palanca de cambios se encontraba en P, era posible desplazar el volante completo más de 20 cm hacia la derecha, con la finalidad de salir y entrar del coche con mayor comodidad.
Subaru XT (1985)
Su elegante diseño se caracteriza por su forma asimétrica que consta de dos radios, dirigidos hacia la parte inferior y hacia el lado derecho, formando un ángulo recto entre sí.
Aston Martin Lagonda (1974)
El Aston Martin Lagonda contaba con una tablero completamente digital, por lo cual se decidió utilizar un volante que permitiera la mayor visibilidad posible del mismo. La solución fue un volante minimalista con un solo radio ancho de cara plana, que salía del tablero hacia el conductor y se plegaba hacia abajo.
Pagani Zonda R
En los coches de alto desempeño es importante estar al tanto de las revoluciones del motor en todo momento. Por eso, este impresionante deportivo tiene el tacómetro incrustado en el centro del volante.
Lamborghini Sesto Elemento (2012)
Se trata de un coche de producción limitada que cuenta con un volante de forma hexagonal. Este combina muy bien con las terminaciones rectas y agresivas que caracterizan a la marca en los últimos años.
Tesla Model S Plaid
El último modelo de la casa de coches eléctricos se sale de lo convencional en lo que respecta al volante: tiene forma rectangular y carece de aro por la parte superior. Por lo que se conoce hasta ahora, Tesla no planea ofrecer volantes convencionales para este modelo.
Estos son algunos de los volantes más extraños e interesantes que han sido desarrollados a lo largo de la historia de la industria del automóvil. Sin ninguna duda, todos los coches cuentan con un rasgo que los hace únicos y especiales. Explora nuestro catálogo de ofertas de renting para particulares y encuentra el tuyo.
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