8 Malos hábitos que debemos evitar al volante
En las últimas décadas el uso del automóvil se ha visto incrementado notablemente. Ya sea porque es imprescindible para el desempeño de nuestra actividad profesional, o para realizar tareas cotidianas como ir a la compra, llevar a los niños al cole o ir de excursión, cada vez usamos más el coche.
Por ello, adquirir malos hábitos durante la conducción a lo largo del tiempo es un fenómeno bastante común, pues la mayoría de los conductores se encuentran absortos en sus preocupaciones o tareas y no se dan cuenta de las pequeñas acciones o gestos que se realizan continuamente, los cuales pueden ser perjudiciales para el coche y para nuestra salud.
Es importante conocer cuáles son estos malos hábitos en los que caemos sin darnos cuenta, pues de esta manera podremos conducir de forma más óptima y garantizar nuestra seguridad al volante.
Existen muchas razones por las que desarrollamos estos hábitos, pero en su mayoría ocurren porque nos resultan más cómodas ciertas posiciones o porque estamos distraídos. A continuación te contamos cuáles son los malos hábitos que se deben evitar cuando estamos al volante.
1. Dejar el pie sobre el embrague
Sin duda es uno de los errores más comunes y uno de los más perjudiciales para nuestro coche. Hay personas que dejan el pie sobre el embrague en vez de colocar el coche en modo neutro cuando están en atascos o esperando el semáforo. Igualmente, hay quienes reposan el pie sobre el pedal una vez que han desactivado el embrague.
Estas prácticas pueden dañar el sistema del vehículo e incluso pueden ocasionarnos un accidente, ya que entorpece nuestros niveles de reacción. Solo se debe pisar el embrague cuando necesites cambiar de velocidad; en el resto de casos, es mejor mantener el pie al lado del pedal.
De hecho, muchos vehículos cuentan con un espacio destinado exclusivamente a que descanses el pie mientras no estás haciendo uso del embrague. Procura estar atento durante la conducción para que evites este mal hábito.
2. Sujetar el volante incorrectamente
Una vez que nos acostumbramos a conducir, le prestamos menos atención a la manera en la que sujetamos los elementos del coche. Sujetar incorrectamente el volante también es una práctica muy común, sobre todo agarrarlo por dentro; es decir, posar la mano en el centro o interior del mismo.
Cuando sujetamos el volante desde el interior se nos dificulta mucho más girarlo. Esto sucede porque nuestro brazo impide que se realice el giro de forma óptima. Quizás en el día a día esto no nos suponga gran inconveniente o implique que nos ocurra algo malo, pero en caso de una irregularidad en la vía, no podrás girar el coche con rapidez y podrías sufrir un accidente.
3. Descansar el codo en la ventana del coche
Es común que, para sentirse más cómodos, los conductores apoyen su codo en la ventanilla del vehículo cuando la llevan abierta (lo que sucede con frecuencia en verano). Si bien esta posición nos permite relajarnos, se trata de una postura muy poco segura al momento de conducir.
Esto sucede porque nuestro brazo queda invalidado; si necesitamos reaccionar rápidamente, nos costará mucho más realizar las maniobras necesarias. Lo más recomendable es mantener nuestros brazos y manos enfocados en el volante, pues de este modo podremos reaccionar con rapidez en caso de que suceda una irregularidad en la vía.
4. Pisar el freno con la izquierda en coches automáticos
A diferencia de los coches manuales, los automáticos solo cuentan con dos pedales (pues no utilizan embrague). Es usual que las personas intenten usar un pie para frenar y otro para acelerar en un vehículo automático, sin embargo, se recomienda acostumbrarse a utilizar solo el pie derecho y dejar el izquierdo en el reposapiés.
Esto se debe a que, en los coches sin embrague, hay más posibilidades de confundirse cuando utilizamos ambos pies, especialmente en una situación de emergencia. En caso de tener que reaccionar con rapidez, puedes presionar el acelerador en lugar del freno y ocasionar un accidente grave. Así mismo, utilizar ambos pies también contribuye al desgaste apresurado de los frenos.
5. Descansar la cabeza en el asiento
Cuando pasamos mucho tiempo frente al volante, es natural sentirnos exhaustos y tratar de conseguir una postura más cómoda para conducir. Es por ello que las personas suelen apoyar la cabeza en el respaldo del asiento, sin embargo, este hábito puede resultar perjudicial, pues no nos permite observar la carretera de forma óptima.
Así mismo, esta postura puede incrementar considerablemente nuestro estado de relajación y a la larga producir somnolencia; es decir, aumentan las posibilidades de que te quedes dormido mientras conduces.
La postura más adecuada para conducir es manteniendo la espalda alineada con la cabeza, por lo que el asiento no debe inclinarse demasiado. Esto nos permitirá ver mejor la vía y nos ayudará a mantenernos despiertos y atentos.
6. Mantener la mano sobre el cambio de marchas
Dejar la mano sobre la palanca de velocidades puede resultar cómodo, pero sucede lo mismo que cuando apoyamos el brazo sobre la ventanilla; al final le estamos restando capacidad de reacción a nuestro cuerpo.
Durante la conducción no debemos dejarle todo el trabajo a una sola mano, pues esto nos perjudicará en caso de que tengamos que hacer un movimiento rápido. Lo mejor es mantener ambas manos sobre el volante siempre que sea posible.
7. Circular con el depósito en reserva
A veces no repostamos el combustible a tiempo y debemos finalizar el trayecto con la reserva. Aunque puede suceder en algunas ocasiones, no debemos permitir que esto se convierta en un hábito.
Cuando utilizamos el depósito en reserva, las impurezas y sedimentos que estaban en el fondo del combustible se introducen en el sistema de inyección y en el filtro, lo que puede dañar tanto la bomba como el filtro de nuestro coche.
Así mismo, podemos quedarnos tirados en plena vía. Para evitar esto, lo mejor es planificar con antelación nuestro trayecto y organizar las recargas de combustible.
8. Uso del móvil
Aunque usar el móvil durante la conducción está penado por la ley, hay personas que no pueden resistirse a contestar un mensaje o atender una llamada cuando están al volante. Este hábito es uno de los más peligrosos, pues ocasiona un gran número de accidentes al año. Es preferible que evites cualquier tipo de distracción mientras conduces y revises el móvil solo cuando el vehículo esté apagado.
Estos son los malos hábitos más comunes de los conductores. Si te has identificado con alguno o varios de ellos, procura evitarlos mientras conduces. Recuerda que tu seguridad y la de tu vehículo son lo más importante.
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