¿Es ‘malo’ repostar en gasolineras low cost?
Debido a los altos precios del combustible, cada vez más personas se deciden por repostar en gasolineras low cost. Entre todas las alternativas para ahorrar dinero esta resulta una de las más atractivas, pero su fama también ha traído cientos de mitos sobre su relación con averías en los coches.
Sin duda, los precios de la gasolina low cost son su mayor atractivo, pues es posible conseguir el litro de combustible hasta 10 céntimos menos que en las estaciones de servicio premium. La pregunta es: ¿económico significa de mala calidad? La respuesta es no, esta opción es tan fiable para tu coche como cualquier otra. Desde el renting de coches te contamos qué debes tener en cuenta a la hora de repostar en gasolineras low cost, así como los riesgos y ventajas de hacerlo.
¿Por qué la gasolina low cost es más barata?
El término low cost se asocia a productos de precio bajo, pero no necesariamente de menor calidad, y lo mismo aplica en este caso. Todo el combustible en España (gasolina y diésel) se produce solo en 8 refinerías desde las cuales se distribuye a los centros de almacenamiento de Exolum (también conocido como CLH).
Desde aquí se distribuye el combustible a las diversas estaciones de servicio del país, desde las de marcas conocidas (Repsol, Cepsa, BP, entre otras) hasta las de hipermercados y las gasolineras low cost. Hasta este momento toda la gasolina es la misma.
Esto quiere decir que los combustibles españoles tienen el mismo origen y, por lo tanto, todos cumplen con los estándares de calidad que establece la Unión Europea. Entonces ¿Por qué unas gasolineras la venden a un mayor precio que otras? La diferencia está en los aditivos que cada marca añade a la gasolina y al diésel.
Estos son químicos que se añaden al combustible para mejorar sus características y conseguir un mejor rendimiento en el funcionamiento del motor. Todas las grandes compañías petroleras mezclan la gasolina y el diésel con su propia fórmula de aditivos para comercializarla en el mercado, lo cual hace que su precio aumente considerablemente.
Algunos de los aditivos más comunes son:
- Detergentes: ayudan a mantener limpios los sistemas de combustible, como los inyectores, y también evitan la acumulación de residuos.
- Anticorrosivos: protegen las partes metálicas de la corrosión causada por agua o contaminantes.
- Lubricantes: reducen la fricción en los componentes del motor y proporcionan una mayor protección para las piezas movibles.
- Antiespumantes: evitan la formación de espuma al momento del llenado y previenen derrames.
Por lo general, las gasolineras low cost e hipermercados no cuentan con refinerías, por lo que no incluyen aditivos a los combustibles que comercializan. De modo que esta gasolina de menor precio es solo la fórmula básica, con los mismos estándares y controles de calidad, pero sin extras.
Otras diferencias entre gasolineras tradicionales y low cost
Además de los aditivos, hay otras diferencias entre gasolineras low cost y convencionales que abaratan el coste de estos combustibles. Esto tiene que ver con el tipo de servicios extra que se ofrecen además del repostaje.
En las gasolineras convencionales, o premium, cuentan con una gran variedad de prestaciones, como túneles de lavado para los coches, aseos, tiendas y cafeterías. Para atender todas estas áreas también hacen falta trabajadores, a los que se les paga un sueldo, claro está. Y todo esto sin contar las grandes inversiones en publicidad.
Las gasolineras low cost tienen una estructura de costes mucho menor, por ejemplo, sus instalaciones son más sencillas y económicas de mantener, no tienen mucho personal y el servicio se limita solo al repostaje.
Este modelo de negocio también apuesta a las ventas por volumen, porque al reducir el margen de beneficio ofrecen precios más competitivos y atraen a una mayor cantidad de clientes. De esta forma sus ganancias no se ven afectadas.
¿La gasolina sin aditivos puede dañar el motor de mi coche?
Aunque este es uno de los mitos más extendidos sobre repostar en gasolineras low cost, la verdad es que este tipo de combustible no causa ningún daño al motor. Los aditivos son un extra que ayuda a reducir el consumo de carburante, aumentar la potencia del motor o reducir las emisiones; pero esto no significa que no tenerlos vaya a generar daños al vehículo a corto o largo plazo.
No hay ninguna evidencia científica que compruebe que la gasolina low cost afecte la mecánica de tu coche. En España, al igual que en el resto de Europa, encontrarás combustibles de gran calidad, así que no debes preocuparte.
El único riesgo de las gasolineras low cost
El riesgo de algunas gasolineras no es el combustible, sino más bien el mantenimiento de las estaciones de servicio. Las verdaderas averías asociadas a repostar gasolina se dan por los residuos que quedan en los tanques de almacenamiento y la poca rotación de combustibles.
Esto no es algo común y pasa más que todo en las gasolineras con tránsito escaso, sean o no low cost. En este caso los daños vienen provocados por los residuos de sedimentos y agua, lo que puede causar obstrucción en los filtros, daño en los inyectores, problemas de encendido y arranque o desgaste en los componentes del motor.
Esto es un riesgo prácticamente improbable en las gasolineras low cost cercanas a zonas de alto tránsito o de hipermercados. Los precios bajos atraen un flujo constante de usuarios y los controles de limpieza periódicos son obligatorios por las autoridades.
También es importante que tengas en cuenta que los combustibles que vas a repostar tu coche cumplen con las recomendaciones de los fabricantes. En este caso las averías no tendrían nada que ver con la marca, el precio o el tipo de gasolinera que decidas.
Como has podido ver, repostar en gasolineras low cost no representa ningún riesgo para el buen funcionamiento de tu coche. Esta es solo una alternativa más económica que puede servirte para garantizar la calidad sin gastar de más.
Y si buscas otras opciones para ahorrar mientras conduces también puedes probar con el renting de coches, una opción que te permite disfrutar de un vehículo nuevo solo con el pago de una cuota mensual, sin entradas y con todos los gastos de mantenimiento incluidos.
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