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Cuota abierta
El renting es una modalidad de alquiler a largo plazo, con una cuota abierta o cerrada, que te permite disponer de un coche nuevo de uno a cinco años. Una vez que finaliza ese tiempo devuelves el vehículo y, si te interesa, puedes firmar un nuevo contrato de renting por otro coche nuevo.
Durante todo este tiempo tú no eres el dueño del coche, sino que lo es la empresa de renting o el concesionario. Eso supone que no tendrás que encargarte de gestiones ni de trámites durante el proceso de renting del vehículo para particulares, siendo una gran ventaja frente a la compraventa.
Pero sin duda lo que más atrae es que solo pagas una cuota fija mensual que incluye el alquiler del vehículo y servicios como el seguro, la matriculación, el mantenimiento o el cambio de neumáticos. Una cuota cerrada con todos los servicios incluidos.
De esta forma tú puedes elegir cuánto gastar al mes en tu coche según la marca, las condiciones y características negociadas en el contrato de renting.
Eso no incluye el carburante y las multas, si las hubiera, así como cualquier reparación que se deba a un mal uso del vehículo por parte del conductor.
Es importante que tengas esto en mente para analizar tus necesidades y valorar qué es lo que necesitas en realidad. Así evitarás tener que renegociar el contrato en un futuro y encontrar entre las mejores ofertas de renting coches, la que mejor te convenga a largo plazo.
¿Puedo pedir el cambio de cuota de mi renting una vez formalizado?
¿Qué ocurre entonces si, en el tiempo en el que estás disfrutando de tu contrato de renting, surge algún problema y necesitas que baje la cuantía mensual para solventar algún incidente económico?
Existen algunas opciones que te permiten cambiar la cuantía de lo que estás pagando.
Una de ellas es haber firmado con anterioridad una cuota revisable que puede variar según los informes del seguro, aunque esta actualización se realiza una vez al año. A esto se le llama cuota abierta.
Por otro lado, puedes cambiar el precio mediante algunas modificaciones en el contrato de renting. Sigues manteniendo todos los servicios incluidos en el acuerdo: seguro, mantenimiento, averías del vehículo, impuestos… pero puedes acortar o alargar la duración del mismo, así como ampliar o reducir el límite de kilómetros acordados.
Cualquiera de estas acciones tendrá su correspondiente efecto en la cuantía mensual así que son opciones con las que puedes tratar de negociar con la empresa de renting o concesionario. Aunque es preferible tenerlo todo claro de antemano antes la contratación de un vehículo de renting.
Por ejemplo, si sólo necesitas reducir las cuotas durante un determinado periodo de tiempo, podrías intentar que la empresa o el concesionario rebajen los intereses de la cuota para después compensarlos en meses posteriores, cuando te hayas recuperado.
Si te decides por una negociación sobre la cuota cerrada mensual asegúrate muy bien de cuáles son tus necesidades reales antes de tomar decisiones; ya que la empresa de renting o el concesionario podrían pedir una indemnización por daños y perjuicios si sienten que les estás afectando de forma negativa.
También puedes optar por una cuota mensual abierta, permitiendo así que de forma periódica se revise para su subida o bajada. Además de que, en caso de que lo necesites, puedas decidir cuánto pagar de cuota abierta unos meses para luego compensarlo en otros.
En cualquier caso, siempre es conveniente hablar de estos asuntos antes de firmar el contrato de renting para saber a qué atenerte si te ves en esa situación.
No dudes en leer la letra pequeña y en preguntar todo lo que quieras saber para evitar estar en apuros si las cosas cambian en el futuro.
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