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Retrovisores calefactables
Los retrovisores calefactables son espejos que ejercen una función adicional de calefacción y que están diseñados para ayudar a mantener la visibilidad en condiciones climáticas adversas. Son comunes en muchos coches modernos y tienen beneficios significativos en climas fríos o húmedos.
La principal característica de los retrovisores calefactables es la capacidad de calentar la superficie del espejo. Esto se logra mediante la incorporación de una resistencia eléctrica en el vidrio del retrovisor. Cuando se activa la función de calefacción, la resistencia se calienta y transfiere calor a la superficie del espejo, lo que ayuda a evitar la formación de condensación, niebla o hielo en la superficie.
¿Para qué sirven los retrovisores calefactables?
La calefacción de los retrovisores ayuda a mantener una visibilidad clara hacia atrás, lo cual es esencial para garantizar una correcta seguridad de conducción. Cuando las temperaturas son bajas o hay humedad en el ambiente, los espejos pueden empañarse o congelarse, dificultando la visión. Los retrovisores calefactables resuelven este problema al proporcionar una fuente de calor que evita que se forme condensación o hielo en el espejo.
Los retrovisores calefactables se activan a través de un botón o una palanca que se encuentra en el panel de control del vehículo. Al presionar o activar esta función, la calefacción se enciende y comienza a calentar el espejo. En algunos coches, los retrovisores calefactables pueden activarse automáticamente cuando se encienden los desempañadores traseros o cuando se detectan condiciones climáticas frías.
¿Cómo funcionan los retrovisores calefactables?
Estos elementos funcionan mediante la incorporación de una resistencia eléctrica en el vidrio del espejo. Cuando se activa la función de calefacción, la resistencia se calienta y transfiere calor a la superficie del espejo. La resistencia eléctrica en el vidrio del retrovisor actúa como una fuente de calor. Al recibir la corriente eléctrica, la resistencia se calienta rápidamente, generando calor en la superficie del espejo. Este calor generado por la resistencia eléctrica ayuda a evitar la formación de condensación, niebla o hielo.
Es importante tener en cuenta que los retrovisores calefactables requieren energía eléctrica para funcionar, por lo que es posible que consuman una pequeña cantidad de energía de la batería del vehículo. Sin embargo, el consumo suele ser mínimo y no debe afectar significativamente a la autonomía del coche.
En resumen, los retrovisores calefactables son un elemento útil en los coches que proporciona calor a la superficie del espejo para evitar la formación de condensación, niebla o hielo. Esto mejora la visibilidad y la seguridad al conducir en condiciones climáticas adversas.
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