Glosario de términos
Arrendador
¿Quién es el arrendador?
El renting es una modalidad de alquiler a largo plazo de bienes, y como tal, supone la actuación de dos partes: el arrendatario y el arrendador. Un contrato de arrendamiento con características particulares que lo diferencian del leasing.
En los contratos de alquiler el arrendador es quien cede a la otra parte un bien. En el caso concreto del renting se trata de un coche para que lo use durante un periodo de tiempo determinado y a cambio del pago de la cuota mensual que se haya establecido.
El precio o cuota se fija en relación a los bienes objeto del contrato de arrendamiento, el tipo y características del vehículo, la duración del contrato y el kilometraje establecido en el arrendamiento.
Es decir, en el renting el arrendador es la empresa de renting o el concesionario con quien firmas el contrato para disfrutar de un coche bajo ciertas condiciones que, por lo general, son establecidas por el propio cliente. Mientras que el arrendatario es la otra parte contratante.
¿Qué obligaciones tiene el arrendador?
El principal compromiso del arrendador es hacer la entrega efectiva del bien en arrendamiento: el coche. Además de ocuparse de su mantenimiento y de las obligaciones legales derivadas.
Es por eso que en la cuota fija mensual del renting está incluido este servicio, ya que es responsabilidad del proveedor o banco oportuno.
La entrega del vehículo no tiene por qué hacerla la empresa de renting de forma directa, sino que puede venir de la mano del fabricante o el concesionario de la marca. Una empresa de renting puede ser solo la parte intermediaria de todo el proceso de alquiler del vehículo.
Antes de la firma del contrato de arrendamiento, entre las obligaciones de la empresa de renting deben hacer saber al arrendatario cualquier especificación técnica acerca del coche.
También tiene que establecer el plan de mantenimiento del mismo para poder hacer su correspondiente seguimiento. Además, de que el arrendatario tiene derecho a disponer del bien que ha sido objeto del contrato de renting en todo momento.
Esto se traduce en que, si el coche necesita una reparación y va a estar en el taller un tiempo, la empresa o concesionario debe proporcionar un coche de sustitución, dependiendo del tipo de contrato firmado.
Es necesario aclarar algo en este punto y es que la empresa de renting no tiene la obligación de ofrecer el coche en venta al arrendatario una vez que ha finalizado el contrato de arrendamiento.
Hay que recordar que el contrato de renting no tiene por qué suponer la compra final del vehículo por parte del usuario, solo es un alquiler, al contrario de un contrato de leasing que sí tiene que tener opción de compra.
Esta es una de las confusiones más usuales que se tienen entre el renting y el leasing. Pues es este último el que sí ofrece la oportunidad de terminar de pagar el coche para poder comprarlo como bien propio mientras que en el renting depende del proveedor.
El propietario del vehículo siempre tiene que asumir las responsabilidades derivadas de ser el titular del coche. La única excepción es la del mal uso que se haga del mismo y cuyas consecuencias corresponden al usuario del vehículo.
Es decir, multas y daños causados por mal uso del vehículo. De hecho, el arrendador puede solicitar una revisión del coche en el momento que quiera.
Una obligación muy importante del propietario del automóvil es la de contratar un seguro para el coche que va a conceder en renting.
Conducir sin seguro es sancionable, así que la empresa de renting o el concesionario, al tener la propiedad del coche, es también la responsable de que circule con el debido seguro en vigor.
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