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Pedales
Los pedales constituyen unas piezas fundamentales para controlar diversas funciones del coche: frenar, acelerar y realizar los cambios de marcha. Resulta importante para la seguridad y aprovechamiento del recorrido la habilidad del conductor al usarlos.
Los coches sincrónicos tienen tres pedales: freno, acelerador y embrague; mientras que los automáticos solamente poseen los dos primeros.
Funciones de los pedales del coche
El pedal del freno no requiere mayor explicación, puesto que su función de detener el avance del vehículo es fundamental para la seguridad. Solamente debe resaltarse la importancia de su uso adecuado para su mejor aprovechamiento.
El acelerador controla el flujo de combustible al motor, allí la distribución del carburante en los cilindros genera la potencia para mover el vehículo. A mayor suministro aumenta la velocidad y las emisiones de gases contaminantes. Su uso determina el consumo del coche.
El embrague es el pedal cada vez menos frecuente en los vehículos por la proliferación de las cajas automáticas. En las cajas manuales esta pieza debe usarse de forma adecuada para obtener su mejor rendimiento en los cambios de marcha.
Recomendaciones para un mejor aprovechamiento
El conductor debe tener presente que el buen uso de los pedales se traduce en: mejor rendimiento del coche, consumo eficiente de combustible y prolongación de la vida útil de las piezas. A continuación presentamos algunas recomendaciones a tener en cuenta.
Para un mejor uso del freno
El pedal del freno se encuentra en el centro de los tres y sobresale levemente con respecto a los demás pedales. Requiere gestionar bien su uso para presionarlo cuando sea indicado, evitando hacerlo cuando sea innecesario.
Este pedal cumple la función de detener completamente el coche, reducir la velocidad y regular la marcha en situaciones adecuadas. Se emplea, por ejemplo, cuando se desplaza por una bajada pronunciada o antes de entrar en una curva.
Por otra parte, la gestión de la marcha con la caja de velocidades permite reducir el uso de este pedal. También conviene saber modular su presión para evitar detener bruscamente el coche al llegar al semáforo, por ejemplo.
Otro elemento a tener en cuenta es el sistema ABS antibloqueo. Este cumple la función de evitar que se pierda el control cuando se produce deslizamiento por causa de una frenada fuerte.
Para un mejor uso del acelerador
La sencillez del uso de este pedal es enviar mayor potencia a las ruedas del automóvil. No obstante, se requiere conocer algunas claves para optimizar su uso. Además de favorecer la seguridad puede reducir el consumo de combustible.
La buena gestión del acelerador comienza con mantener una presión sin mayores variaciones en la medida de lo posible. Evitar las aceleraciones bruscas innecesarias. De esta forma se ahorra carburante pero además permite recurrir menos a los otros dos pedales.
Para un mejor uso del embrague
El uso del pedal del embrague permite realizar los cambios de marcha de la caja y también auxilia en la activación del pedal del freno. Siempre debe tenerse el cuidado de presionarlo hasta el fondo para lograr un funcionamiento óptimo.El conductor debe ser consciente del desgaste de esta pieza si abusa de su utilización o se realiza de forma inadecuada. Un error muy frecuente es mantener el pie sobre el pedal. Conocer el recorrido del pedal y mantener la atención permite optimizar su rendimiento.
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