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iBooster
El iBooster es un sistema de servofreno desarrollado por Bosch, el cual mejora la eficiencia y seguridad de los coches híbridos y eléctricos. Este dispositivo reemplaza al convencional servofreno de vacío con engranajes y un motor eléctrico. De esta manera, se multiplica la presión y mejora el rendimiento de frenado en los coches de bajas emisiones.
El iBooster es particularmente útil en estos vehículos porque permite una frenada precisa y rápida. Además, el sistema es controlado electrónicamente y puede trabajar incluso si los frenos no son accionados por el conductor. El iBooster también puede coordinarse con el sistema de frenado regenerativo, el cual se utiliza para recargar la batería en coches eléctricos e híbridos; de esta forma se optimiza el rendimiento del sistema.
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¿Qué es un servofreno?
Para entender mejor qué es un iBooster y cuáles son sus ventajas, es necesario explicar, en primer lugar, qué es un servofreno. Se trata de un componente importante del sistema de frenos del vehículo. También se conoce como servoasistencia de frenado o booster. Su función principal es ayudar al conductor a aplicar la fuerza necesaria para detener el coche.
Este dispositivo utiliza la diferencia de presión en el sistema de frenos para multiplicar la fuerza que el conductor aplica al pedal. Esto significa que, cuando frenas, el servofreno amplifica esa fuerza y ayuda a ejercer una presión mayor sobre el sistema, lo que permite detener el coche de manera más eficiente.
El servofreno está diseñado para facilitar el frenado, especialmente en situaciones en las que se requiere de una fuerza considerable, como cuando se debe detener un vehículo a altas velocidades. Sin este dispositivo, el conductor tendría que aplicar una fuerza mucho mayor al pedal para lograr el mismo nivel de frenado.
¿Cómo funciona el iBooster?
En lugar de usar un servofreno convencional que funciona con presión de vacío, el iBooster utiliza motores eléctricos y engranajes para multiplicar la presión hidráulica de frenado. El dispositivo detecta la activación del pedal de freno a través de un sensor de recorrido diferencial integrado; después envía esta información a la unidad de control, la cual determina las señales para el motor eléctrico.
El iBooster puede aumentar la presión hasta tres veces más rápido y con mayor precisión que los frenos convencionales, lo que lo hace especialmente útil para frenadas de emergencia. Además, este sistema puede trabajar en conjunto con otros sistemas como, por ejemplo, con el control de crucero.
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