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Opción de compra
Hoy día existen varias modalidades disponibles para aquel que necesite un coche. Antes solo existía la opción de comprarlo, pero en la actualidad hay formas de alquiler a largo plazo que facilitan mucho más el poder disponer de un vehículo.
La compra de un coche nuevo se solapaba con la adquisición de coches de ocasión o de segunda mano. Y desde hace unos años, han aparecido los coches de kilómetro cero, aquellos que solo han sido usados en exposiciones y escaparates, o el leasing, un arrendamiento financiero de un coche con el objetivo de venderlo.
Ahora no solo es posible disfrutar de un coche nuevo sin pasar por los trámites de comprarlo, sino que las nuevas modalidades te permiten estrenar un vehículo cada poco tiempo, para conducir siempre un modelo recién fabricado con las últimas prestaciones.
Hablamos de contratar un renting de vehículos, una modalidad de alquiler con cuotas fijas que consiste en la firma de un contrato cuya duración puede ir de uno a cinco años con coberturas como el mantenimiento y el seguro del coche incluidos. Durante este tiempo, tú como cliente puedes disfrutar del coche sin preocuparte de otros gastos más que de la cuota mensual, hasta que al acabar el plazo tengas que devolverlo.
Sin embargo, en ocasiones puedes tratar de comprar el coche de renting que has estado conduciendo durante ese tiempo. Vamos a ver cómo eso es posible.
¿Ofrece el renting la opción de compra?
Por lo general, el contrato de renting no ofrece al cliente la alternativa de comprar el vehículo cuando llega el fin del contrato, sino que hay que devolver el coche o firmar un nuevo contrato.
De hecho, el renting de vehículos se suele presentar como la mejor alternativa a la adquisición de un coche en propiedad, ya que cuenta con numerosas ventajas, como la posibilidad de estrenar vehículo cada poco tiempo sin hacer excesivos trámites, o el pago de unas cuotas fijas mensuales con alquiler y otros servicios incluidos, como puede ser el seguro, el mantenimiento o los neumáticos.
Además, esto es lo que diferencia al renting del leasing, ya que el objetivo de este último es la venta del vehículo, por lo que sí contempla en el contrato la posibilidad de comprar el coche una vez finalizado el contrato.
Sin embargo esto no quiere decir que en el renting no puedas negociar la adquisición del coche cuando llegue el fin del contrato. Por lo que puedes decidir si prorrogar el contrato de renting, aceptar la opción de compra o devolver el vehículo.
Tienes que ser consciente de que en el renting la opción de compra del vehículo no está recogida en el contrato y, por ello, es algo que tendrás que negociar de forma posterior con la empresa de renting de vehículos o concesionario.
Algunas empresas de renting de vehículos están comenzando a incluir esta posibilidad en el contrato. Pero tienes que ser consciente de que no es lo habitual, ya que como decíamos, el renting siempre se ha promocionado como una alternativa a la compra, y en cambio en el leasing el objetivo principal siempre ha sido la venta del vehículo.
El leasing es un modo de financiación, ya que las cuotas mensuales que has estado pagando durante el periodo de alquiler son descontadas del precio final de venta del coche.
En cambio, en el caso del renting, si la empresa accede a la venta del coche fijará un precio residual con relación a la edad del vehículo; es decir, que no mantendrá el precio del momento en el que el vehículo era nuevo. Esto beneficia tanto a las empresas, como a los autónomos y particulares que deciden cambiar de opinión cuando termina su contrato de renting. Así obtienen un precio más ventajoso y además consiguen un coche que ya conocen, con más información y que han estado conduciendo durante sus primeros años.
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