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Control de Amortiguación Continua (CDC)
Uno de los principales objetivos de todos los fabricantes de vehículos es aumentar la comodidad y la seguridad de los que van a bordo. Otra de las metas que se fijan es conseguir que el coche responda con mayor precisión a la forma de conducir de cada usuario. De ahí que cada marca de vehículo apueste por la suspensión adaptable.
Precisamente, el sistema de control de amortiguación continua o CDC (Continuous Damping Control) es una tecnología que busca mejorar la dinámica de conducción, el confort y, sobre todo, incrementar la seguridad de los vehículos.
El éxito de esta tecnología se basa en sus variables que controlan de manera electrónica los amortiguadores CDC del vehículo. En un principio, ese sistema de amortiguadores estaba principalmente preparado para coches de lujo, pero desde el 2012, se comenzaron a fabricar amortiguadores para vehículos más compactos e incluso en motocicletas.
Cómo funciona el control de amortiguación continua
La base técnica para lograr la amortiguación es una válvula proporcional en el amortiguador. Reduce o amplía el flujo de aceite dentro del amortiguador de los coches, lo que da como resultado una configuración deportiva, suave y confortable.
Cuando, por ejemplo, el coche está funcionando, los sensores envían constantemente información sobre los elementos de resorte a la electrónica de a bordo haciendo más agradable la conducción.
Esto permite que el software de control analice la situación de conducción a través de sensores y calcule la fuerza de amortiguación ideal en milisegundos, para luego ajustarla con la válvula.
Los sensores de los coches que posean este procedimiento se encargan de detectar todos los cambios que se producen en:
- Condiciones de la calzada.
- Tipo de carga que se transporta.
- Aceleración de la carrocería.
- Acciones del conductor.
Todos ellos son factores que influyen en la amortiguación, por lo que en función de estos datos, los sistemas determina los requisitos de amortiguación más óptimos para el coche. Esto supone una reducción en la necesidad de mantenimiento.
Historia del control de amortiguación continua
La empresa alemana ZF fue el primer proveedor del control de amortiguación continua (CDC) semiactivo y cambió el nivel de conocimiento de este producto cuya producción se inició en 1994. Actualmente estos sistemas de se encuentra en su cuarta generación porque el avance tecnológico no descansa. Más tarde, otras empresas también desarrollarían su propio sistema de control del chasis.
Así, a medida que el sistema de control de amortiguación continua implementa sensores y procesadores para calcular la fuerza de amortiguación requerida en tiempo real y puede ajustarla con la misma rapidez, este también es atractivo para otros tipos de vehículos y usuarios de la carretera. Por ejemplo, los motociclistas y vehículos pesados. Estos también pueden beneficiarse de las ventajas de los CDC.
Ventajas del control de amortiguación continua
El control de amortiguación continua ofrece un amplio mapa característico para el control de amortiguación con varias ventajas:
- Características de amortiguación más eficientes para todos los escenarios y rutas.
- Mejora del contacto de las ruedas con la carretera.
- Amortigua de forma más efectiva las vibraciones (sobre todo en el caso de las motocicletas).
- Mejores características de compensación en carreteras con muchos desniveles.
- Mayor estabilidad al frenar, acelerar y tomar curvas.
- Más flexibilidad para diferentes condiciones de carga, incluso cuando se lleva pasajeros y carga adicional.
- Movimiento reducido del sistema de horquilla delantera al frenar (admite el sistema antideslizamiento OEM).
- Interactúa con otros métodos de asistencia electrónica (por ejemplo, ABS, TC).
- Flexibilidad dinámica.
- Menor distancia de frenado.
- Se reducen los movimientos de rodadura y de cabeceo.
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