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Plataforma
Cuando se inicia la construcción de un automóvil se hace a partir de una estructura o esqueleto. Esto era comunmente conocido como chasis o bastidor. Su función era sostener todos los componentes: carrocería, transmisión, motor, etc. Con el paso del tiempo, esta estructura se vio relegada a los vehículos industriales, mientras que para los coches modernos se utiliza la plataforma.
Esta última la podríamos definir como un chasis más evolucionado. Su objetivo es el mismo que el chasis original de sostener a todos los elementos del automóvil, pero con la diferencia de que este está adaptado a las necesidades de las marcas. De hecho, algunas comparten la misma plataforma para fabricar sus vehículos porque esto les permite abaratar los costes y simplificar la producción.
Elementos de una plataforma
Toda plataforma tiene los siguientes componentes:
- Base: es el soporte para el resto de los componentes mecánicos y estructurales.
- Ejes: son dos: el delantero y el trasero.
- Dirección: esto se refiere al mecanismo de la dirección y su tipo. Generalmente, esta suele ser dirección asistida.
- Zona del motor: es el lugar donde se ubicará el motor y el resto de componentes.
Una plataforma para varios vehículos
Hace décadas, cada fabricante construía un chasis para cada uno de sus modelos de coches. Esto suponía un esfuerzo y un riesgo económico para la empresa, lo que hizo que poco a poco se fueran realizando variantes de un mismo chasis mediante carrocerías como sedán o hatchback, entre otras. En este caso, la distancia entre los ejes y los anclajes eran la misma, lo único que se modificaba era la parte posterior con el fin de adaptar la carrocería.
A día de hoy, muchas de estas plataformas se configuran entre varias marcas para ser utilizadas en diferentes modelos de coche. Así, el grupo Volkswagen creó la plataforma MQB que es la base del Golf, pero también del Seat León, el Skoda Octavia o el Audi A3. Por su parte, PSA tiene la plataforma EMP2, que se utiliza en el Citroën C4 Picasso y el Peugeot 308.
Otras marcas también tienen su propia plataforma, como Renault con la CMF (Common Module Family), Toyota con la TNGA (Toyota New Global Architecture) y el Grupo BMW con la UKL1.
Ventajas de compartir una plataforma
La ventaja de compartir la misma plataforma es la reducción de costes de producción. Es por eso que muchos coches guardan similitudes aunque sean de diferente fabricante. Hay que tener en cuenta que el desarrollo de esta pieza tiene un coste muy elevado. El compartirla con otros fabricantes implica que el gasto de producir el vehículo sea menor y, por tanto, la empresa tenga ganancias mayores.
Otra ventaja es que una misma plataforma se puede adaptar para fabricar coches diferentes. Esto evita tener que diseñar una plataforma nueva para cada diseño, ya que una misma plataforma se puede utilizar de base, a partir de la cual se construyen vehículos que difieren en el aspecto exterior.
Pero si echamos un vistazo a la parte inferior se podrá observar que los coches que comparten plataforma guardan similitud, ya que tienen los mismos puntos de anclaje para las piezas principales. Del mismo modo, esto permite que algunos coches compartan más componentes como la suspensión o la transmisión, entre otros.
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